El vino es una bebida reconocida a nivel mundial, su fama se debe al ambiente donde suele encontrarse. ya sea en fiestas, juntas o celebraciones, el vino está presente para festejar y brindar. Incluso, son muchas las recetas culinarias que necesitan de un toque de vino para garantizar su sabor. Todo esto hace que nos cuestionemos: ¿Es bueno el vino para la salud?
Algunos de los beneficios del vino vienen dados por la presencia del resveratrol en su composición. Este es un componente que se encuentra en las uvas y que se intensifica en el proceso de fermentación. Como resultado, está presente en grandes cantidades dentro del licor.
El resveratrol es un aliado para combatir el estrés y ayuda a la oxigenación del cuerpo, evitando así, el envejecimiento y la sobretensión. Asimismo, este compuesto ayuda a aliviar las enfermedades cardiovasculares, aunque este es un hecho que no ha sido afirmado del todo.
Los aportes del vino a la salud es un tema de debate para los estudiosos del tema, ya que existen dos contrapartes importantes: el alivio que ofrece y el efecto de la resaca. Aunque, lo importante sería determinar cuánto vino se necesita beber para notar estos beneficios, dado que un consumo en exceso sería contraproducente.
Por lo tanto, lo recomendable sería una copa de vino al día, lo cual, no haría daño a nadie. aunque hay algunos mitos sobre la calidad del vino que debes conocer.
La resaca: la otra cara de la moneda
Si bien, el vino puede tener efectos positivos, no hay que dejar de lado el impacto negativo que deja su consumo en exceso. La resaca aparece justo después de la borrachera, la cual es la intoxicación por alcohol etílico, cuyos efectos ya conocemos.
Si has bebido vino en abundancia, podrás notar mareos, náuseas y dolor de cabeza unas horas después de la ingesta. Esto es parte de un malestar general que puedes sentir en todo el cuerpo.
Aunque no hay recetas para evitar este padecimiento, lo mejor que podemos recomendarte es no beber más de lo debido. Además, no debes mezclar el vino con otras bebidas alcohólicas porque, además de dañar su sabor, puedes acelerar el efecto del alcohol en tu cuerpo.
También puedes prepararte antes de comenzar a ingerir el vino, comiendo antes y durante la ingesta de la bebida. Esto ayudará a tu estómago a procesar mejor el alcohol y no dar paso a malestares que puedan ocasionar una mala experiencia en cualquier celebración.